Tengo
insomnio y cuando no puedo dormir se me ocurren ideas de todo tipo.
Una
de las últimas fue hacer una versión en macarons de las clásicas galletas de hombrecillos de jengibre.
Así
que me animé a prepararlos y fue más fácil de lo que pensaba y el resultado no
podía ser más bonito y delicioso.
Ingredientes
(para 16 macarons)
Tapas:
3
claras de huevo pequeñas a temperatura ambiente
65 g
azúcar granulado
½
cucharadita de melaza
55 g
de almendras molidas
165
g de icing sugar
1 de
cucharadita de cacao puro en polvo
⅛ de
cucharadita jengibre molido
⅛ de
cucharadita canela molida
⅛ de
cucharadita nuez moscada molida
Una
pizca de pimienta negra molida
Relleno:
90 g
chocolate troceado
⅓ taza
nata
Dibujamos
en un papel de horno 32 hombrecillos de unos 5-6 cm y damos la vuelta al papel
(la parte pintada debe quedar hacia abajo) para colocarla en la bandeja del
horno.
Tamizamos
almendras molidas con el icing sugar, el cacao y las especias.
Batimos
las claras cuando veamos que se empiezan a montar añadimos el azúcar granulado.
Cuando
las claras ya estén blancas añadimos la melaza.
Seguimos
batiendo hasta que estén a punto de nieve firme.
Volvemos
a tamizar las almendras molidas y el icing sugar sobre las claras.
Integramos
con una espátula mediante movimientos envolventes, intentando que no se bajen.
Metemos
en una manga pastelera con una boquilla redonda.
Seguimos
la forma de los hombrecitos que habíamos dibujado en el papel de horno.
Dejamos
que se sequen hasta que se forme una corteza que podamos tocar sin que se quede
pegada la masa al dedo. (El tiempo puede variar entre 20 minutos y 2 horas
dependiendo de la temperatura y la humedad)
Precalentamos
el horno a 160ºC.
Horneamos
unos 10 minutos.
Mientras
preparamos el relleno.
Para
ello ponemos la nata y el chocolate en un cazo a fuego medio y removemos.
Cuando
sacamos los macarons del horno dejamos que se enfríen un poco.
Cogemos
una tapa, echamos el relleno con una manga pastelera y ponemos la otra tapa.
Con
el resto del relleno hacemos los detalles, utilizando una boquilla fina y una
manga pastelera.
Metemos en el frigorífico durante unas horas antes de comerlos.
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