Salen unos 15 normales o 30 mini, dependiendo del tamaño de
las cápsulas.
Ingredientes:
180g de harina
1 cucharadita de bicarbonato
2 cucharaditas de canela
2 huevos M
100g de azúcar blanco
30 g azúcar moreno
60ml aceite suave (yo usé de girasol)
120ml de puré de calabaza (250 g aprox)
60ml puré de manzana (1 manzana, 200 g aprox)
75 ml buttermilk (si no lo encontráis, añadid una cucharada
de zumo de limón a 75 ml de leche y dejadlo reposar 5 minutos)
Para la crema (receta de Alma Obregón):
90 g de mantequilla pomada
90 g de queso crema
210 g de icing sugar
Preparamos el puré, si no lo vamos a usar comprado. Para
ello utilizaremos unos 250 g de calabaza y una manzana de menos de 200 g.
Pelamos la calabaza y la troceamos, la ponemos con agua en un recipiente apto
para horno a 200ºC durante 30 minutos. Descorazonamos la manzana, quitamos las
pepitas y cortamos en cuatro trozos, la ponemos también en el horno a 200ºC
durante 20 minutos. También se puede cocer o hacer en el microondas en vez de
en el horno. Una vez que estén blanditos los trozos, quitamos la piel a la
manzana y, junto con la calabaza, pasamos por el chino o trituramos con la
batidora.
Ahora empezamos con el bizcocho.
Preparamos las capsulas de la bandeja de hornear y
precalentamos el horno a 160ºC.
Mezclamos la harina con el bicarbonato y la canela,
tamizamos y reservamos.
Batimos los huevos con el azúcar blanco y moreno. Añadimos
la mitad de la mezcla de harina hasta que se integre. A continuación añadimos
el puré de calabaza y manzana. Añadimos el resto de la harina, mezclamos bien,
vertemos el aceite y por último el buttermilk.
Repartimos la masa en las cápsulas y horneamos durante 20
minutos (15 para los mini) y nos aseguramos de que un palillo salga limpio.
Dejamos un par de minutos en la bandeja y a continuación los
pasamos a una rejilla para que se enfríen.
Mientras se hornean, preparamos la crema. Ponemos en el bol
la mantequilla, el queso bien frío y el icing sugar tamizado. Batimos a
velocidad máxima (tapando el bol con un trapo) durante 5 minutos. La crema
tiene que ponerse blanca y aumentar su volumen.
Cuando estén completamente fríos, los decoramos con la crema
de queso.
Podemos echar por encima cualquier tipo de decoración comestible, yo
puse estas calabazas de fondant, que son realmente sencillas de hacer y quedan muy monas :)
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