Las trufas son realmente sencillas pero me dan mucha pereza,
porque son como las croquetas: la masa es muy fácil, pero te pasas un buen rato
dándolas forma y después se las comen a puñados. Aún así, merecen la pena,
completamente.
Ingredientes (para 25 unidades pequeñas):
200 g chocolate negro para postres
115 ml nata de montar
Cacao en polvo (o las decoraciones que más os gusten:
azúcar, frutos secos picados, trocitos de chocolate, coco rallado…)
Bueno, pues ponemos la nata en un cazo a fuego lento-medio y
echamos el chocolate troceado. Removemos hasta que sea una mezcla homogénea.
Metemos la masa 2 horas en el frigorífico.
Pasadas las dos horas, vamos cogiendo porciones iguales, del
tamaño que queramos y las recubrimos con el cacao (yo lo hago poniendo el cacao
en un vaso, echo la trufa y lo muevo hasta que se recubra, es más fácil)
Por último, las dejamos en un lugar fresco o en el
congelador si las preferís heladas.