Bueno, esta creo que por desgracia será la última receta de
Halloween que pueda hacer este año. Tengo exámenes y mi tiempo no da para más.
Pero estas galletas son realmente fáciles de hacer, están
muy ricas y son muy monas.
Ingredientes (20 aprox.):
175 g de harina
25 g cacao
55 g de mantequilla a temperatura ambiente
55 g azúcar blanco
1 cucharadita de miel
1 cucharada de leche
1 huevo M
½ cucharadita
bicarbonato
Un pellizco de sal
Decoración:
Palos de piruleta
90 g chocolate blanco
4 cucharadas de nata
Ojos (yo los hice con fondant, pero podéis comprarlos ya
hechos)
Pegamento comestible (ó 1 cucharada de sirope de maíz + ½
cucharada de azúcar glas)
Mezclamos la harina, el cacao, el bicarbonato y la sal,
tamizamos y reservamos.
Batimos la mantequilla con el azúcar, hasta
que esté cremoso.
Añadimos el huevo y la vainilla.
Añadimos la mitad de los ingredientes secos hasta que se
integren.
Echamos la miel.
Añadimos el resto de la harina.
Por último, añadimos la cucharada de leche
Amasamos ligeramente y formamos dos bolas, las envolvemos
con papel de film y refrigeramos durante media hora.
Pasada la media hora, precalentamos el horno a 180ºC.
Sacamos la masa del frigorífico, la estiramos con un rodillo
(0,5 cm de grosor aproximadamente) y cortamos las galletas con forma circular.
Con cuidado, ponemos un palo por la parte de atrás y damos
un poco de forma con los dedos.
Las colocamos en una bandeja de horno y horneamos durante 10
minutos.
Las sacamos del horno, dejamos que reposen 5 minutos y las
pasamos a una rejilla.
Mientras, está la masa en la nevera, preparamos el ganache.
Ponemos la nata y el chocolate en un cazo y calentamos a
fuego lento hasta que se derrita.
Lo dejamos que se temple.
Cuando las galletas se hayan enfriado, pegamos los ojos con
pegamento comestible.
Metemos el ganache en una manga pastelera y hacemos un
pequeño corte diagonal.
Vamos haciendo tiras con el ganache y dejamos que se enfríe.
¡Animaos a prepararlas que ya queda poco para Halloween!
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